"Cualquiera que sea el progreso intelectual de un hombre, no debe pensar por un momento que no necesita escudriñar cabal y continuamente las Escrituras para obtener mayor luz. Como pueblo somos llamados individualmente a ser estudiantes de la profecía. Debemos velar con fervor para notar cualquier rayo de luz que Dios nos presente. Debemos discernir los primeros reflejos de la verdad; por medio de un estudio acompañado de oración, podremos obtener una luz más clara, para comunicarla a otros."